lunes, 23 de mayo de 2011

PARADIGMAS DEL ARTE AMERINDIO


Metate altar-trípode con panel colgante

Piedra. Vertiente Atlántica, Costa Rica



He aquí una magnifica creación monolítica, de explícito fundamento mítico y contenido mágico-ceremonial. Con excepcional Modo Intimista, por ser una escultura de piedra, la obra representa a un chamán con máscara felínica parado sobre un felino. Esta doble carga mítico-simbólica: máscara y animal, establece con rotundez el "poder mágico" que ostenta el personaje.


Colgando de cada pie del altar ceremonial penden tres idealizadas aves de original forma y superreal presencia. El todo ha sido tallado con depurada calidad técnica y un delicado tratamiento que plasma un particular concepto visual de plenos y vacíos.


Con originalidad formal y eximio oficio, estos hombres centroamericanos expresaron su Fe mística con recóndita volición plástico-poética.

PARADIGMAS DEL ARTE AMERINDIO


Huaco retratoCerámica. Cultura mochica


Botella escultórica. Se evidencia la objetivación de una realidad humana tanto física como psíquica. Se observa, como es norma en el plástica mochica, la profunda vocación por modelar documentalmente personajes de su sociedad plasmados con patente naturalismo.

Un personaje que muestra una expresión de gran soberbia es representado con profunda plástica expresionista, de Modo Estético Intimista. Como identificación ostenta en la frente un erecto hongo y dibujos de animales, quizás como símbolos de su actividad sacerdotal.

domingo, 22 de mayo de 2011

PRADIGMAS DEL ARTE AMERINDIO

Estela BPiedra. Cultura maya, Copán.


Las representaciones muestran un personaje de majestad carismática: un rey-sacerdote.

El "discurso" de una estela de Copán es único en Amerindia. Su elocuencia sonora, musical, incendia la superficie con fogosa emoción tallada.

Este ser de solemne hieratismo está envuelto por un dinámico entorno pletórico de figuraciones simbólicas, glifos y volutas de un complejo ropaje. Barroquismo y sensualidad formal como máxima vivencia plástico-expresiva, hondamente poética, de un esmerado preciosismo detallista.


Son monumentos que impresionan como sublimado meandro formal cargado de un clima sagrado, de suprema religiosidad. No obstante la abundancia de elementos focales tallados se observa el respeto por el monolito original que, a cierta distancia cuando ésta anula detalles, la obra trasmite imponencia y monumentalidad. Tal situación estética, casi única en Amerindia, presenta a los dos modos estéticos, intimismo y monumentalismo, en extraña hermandad y estableciendo una sorprendente y excepcional realidad artística.
PARADIGMAS DEL ARTE AMERINDIO

Esculturas de un templete tumba


Cariátides. Piedra. Cultura san Agustín, Colombia. Hacia 300 a.C.



Es un monumento mítico-religioso para culto funerario, resuelto de manera arquitectónico-escultórica, de ponderable refinamiento plástico y artesanal. Delante de un corredor, cubierto con piedras planas y construido con sistema dolménico, se han colocado tres personajes, custodios de la tumba que se encuentra en el fondo de dicho pasillo. Tales presencias son un sacerdote con atributos felínicos y dos soldados que, a su vez, portan sobre sus cabezas sendas deidades totémicas para su propia protección.
La tumba en sí se compone de un sarcófago tallado en piedra donde reposaba el difunto.


San Agustín fue un pueblo de escultores cuyas obras muestran una gran preocupación por el culto a los muertos, a divinidades felínicas y del agua.


Su cosmovisión está consustanciada con el felino como símbolo del poder, de naturaleza militar. Fuerzas sobrenaturales son inmanentes a sus elaboradas tallas que, con fuerte expresionismo, se manifiestan modalmente híbridas. Su fundamento es lo que se desea suspendido en la perennidad, pero con presencia terrestre idealizada. Este coherente pensamiento visual, conformado durante más de mil años, se identifica por el tratamiento espacial de los monolitos-dioses, y en la trascendencia metafísica de su impar plástica neolítica.

PARADIGNAS DEL ARTE AMERINDIO



"Estela Raimondi" El Señor de los cetros



Piedra. Cultura chavín. Andes Centrales. Hacia 300 a.C.


Alto: 1,95 m. Ancho: 0, 74 m. Espesor: 0,17m.


Este monumento cultístico es una de las creaciones más logradas del diseño mítico-religioso y plástico de Chavín de Huantar.


Presenta a un dios con dos cetros compuesto morfológicamente con elementos felinos, ofídicos y ornitomorfos. Su estructuración, plástica e ideográfica, revela un coherencia compositiva fusionada con una madura y poderosa concepción mitológica.


Toda la obra es un símbolo abstracto armado con parcialidades signales obsesivas, normadas en la plástica mítico-simbólica de chavín.


El poder y la fuerza religiosa son expuestos como idea paradigmática y conforman su máxima expresión.


Tal magnitud ideográfica del mito y la religión, es la esencia veraz de la obra, trasmitiendo la trascendencia cultural del Ser mitológico como sublimado ente metafísico.

PARADIGMAS DEL ARTE AMERINDIO


"Suplicante"


Piedra. Cultura alamito, Noroeste argentino

Hacia 300 - 100 a.C. Alto: 0,40 m Ancho: 0,20 m Profundidad: 0,20 m

Cual anhelante observador del cosmos, permanece en su estar, hermético y místico, desde hace dos milenios.

Obra de insólita originalidad creativa formal cuya plástica e intelectualidad la ubica en un impar nivel morfoexpresivo.

El rítmico ondular de volúmenes y vacíos, la espacialidad que genera, su equilibrio compositivo de armonía áurea y estabilidad intimista;

- la racionalidad de su talla donde se ha horadado el bloque pero no destruido como tal;

- la transparencia de un sentir místico-trágico de una cosmovisión desesperada;

- la captación de un instante de euritmia sacra concentrado en la posibilidad de una luz reveladora de la deidad.

He aquí las mágicas iridiscencias de la imagen, valores que impactan en renovadas empatías

y patentiza a este ser alucinado en su éxtasis, en su soledad existencial.

Es el nexo indisoluble de lo mítico-religioso con lo estético-formal, develando una verdad poética: la fulguración metafórica de su presencia óntica.
PARADIGAMAS DEL ARTE AMERINDIO


Cabeza colosal olmeca



Monumento 1, La Venta. Cultura olmeca.


Basalto. Alto: 2, 41 m Peso: 24 toneladas. 1º milenio a.C.

Creada de acuerdo con el Modo Estético Monumental y coherente con la expansión expresiva
de su masa, este retrato de un importante personaje patentiza, con máxima rotundez,
la petricidad desocultada de su materia lítica.
(Petricidad: cualidad contenida, inmanencia de la roca, dada a luz por el talento expresivo autoral.)
Su connotación con un retrato, se evidencia en el respeto a las facciones y psicología del personaje, en su actitud de soberbia despótica de lúcido vigor y naturalismo.
El Ser del personaje emerge de la obra y se fusionan en su percepción. Este nexo se expande desde lo recóndito de su esencia proclamando su patencia ontológica que coloca a la creación en una cima plástica.
El bloque en su integridad Es y en ese Estar se corporiza su volición eternal, su fundamento metafísico, explicitando el pensamiento visual olmeca. Superior logro estético plástico de una cultura adelantada varios siglos al monumentalismo posterior de Amerindia.